Tolo, el Dios que le dio nombre a una ciudad…
Como muchos de nosotros sabemos, hoy la capital mexiquense se denomina Toluca de Lerdo, pero pocos conocemos a fondo la historia de su nombre que proviene de un dios.
La ciudad de Toluca (en náhuatl, Tollohcan; en otomí, Nzehñi; en matlatzinca, Imbomáani; en tlahuica, Tsindijets; y en mazahua, Zúmi) toma su nombre del Cerro del Toloche, nombre que proviene de Tolocan y significa "donde está el dios Tolo"
De acuerdo a los estudios de Robelo, Toluca significa "en donde está el dios Tolo" o "cerro del dios Tolo" o "lugar del dios Tolo". Sus raíces gramaticales son "toloqui, de toloa, inclinar o bajar la cabeza, cuyo participio tolo terminado en "o", por tener función de adjetivo y referirse a una persona, puede finalizar con la sílaba qui, y en ca, lugar".
Para Romero Quiroz, Toluca significa "lugar donde está el dios Tolotzin".
Los aztecas la conquistaron en 1473 y le impusieron el nombre de Toluca, en referencia al venerado dios Tolo, cuyas imágenes siempre lo representan con la cabeza inclinada.
Tanta era la adoración por esta divinidad que hasta tenía su propia oración, en la que se lo llamaba "dueño de la nevada y la ventisca, donador de la hierba sagrada y de las luces".
De ahí también el nombre de una de sus principales avenidas que da la bienvenida a la capital mexiquense a quienes viajan desde la Ciudad de México, el Paseo Tollocan, construido durante el sexenio de Carlos Hank González , quien inició los trabajos un 23 de octubre de 1973.
Al inaugurarse Paseo Tollocan contaba con 10 kilómetros de carretera con la intención de tener un eje que agilizara el constante y creciente tráfico hacia la Ciudad de México e iniciaba en la Puerta Tollotzin (hoy Monumento Torres Bicentenario) y terminaba en el arco de estilo "neobarroco" (construido entre 1937 y 1941) que se encuentra frente al acceso a San Mateo Atenco o justo en medio de la antigua base del monumento a Zapata y del llamado "puente Zapata".
En su entrada, se colocó una obra monumental que representaba al dios Tolo, y que fue producto de un Concurso Estatal para el monumento de la Puerta Tollotzin organizado por el gobernador Alfredo Del Mazo (padre del actual) y que fue ganado por un grupo de estudiantes de Arquitectura de la UAEM integrado por Jesús Coyoli, Ricardo Sánchez Ramírez y Ma. Guadalupe Garduño Hernández.
Así, la imponente figura del Dios Tolo dio la bienvenida a todos los visitantes de la ciudad durante décadas hasta que en el año 2009 fue derribado para dar paso a lo que hoy se denomina las Torres del Bicentenario.